sábado, 9 de julio de 2011

EVOLUCIÓN EN EL JUEGO


Noveno día de Campus y el cansancio se nota, pero también la mejoría y un juego generalmente más completo. Se está respondiendo a la exigencia de los entrenadores pese a que cada día cuesta un poquito más mover las piernas y estar atentos.

Hoy el tiro voluntario no lo han protagonizado únicamente los valientes jugadores que se levantan cada día a las siete y media de la mañana para mejorar su tiro, en esta ocasión han sido también tres de las monitoras del Campus quienes han participado activamente en la sesión, como uno más, así ha sido el momento más madrugador que daba paso al desayuno, al aseo y al orden en la habitación, para después comenzar los entrenamientos.

El dominio con dos balones simultáneamente ha sido el protagonista en un calentamiento colectivo bastante complicado, según avanzaba en dificultad el movimiento o el ejercicio, más balones veíamos escapar de nuestras manos. Tras un buen estiramiento hemos procedido a trabajar los contenidos del día en el entrenamiento grupal, el pase como fundamento estrella (fuerte, adelantado y en movimiento) y los bloqueos indirectos en el táctico colectivo (sacando todas sus ventajas y con opciones de triangulación).

La comida de hoy ha tenido bastante éxito, paella y san jacobos conformaban el menu, que ha contado con algún que otro repetidor que quería saciar su hambre. Después de comer, momento para competir en las actividades de mediodía, que llegan a su tramo final y han contado en esta edición del campus con una novedad, el fútbol chapas, recordando así aquel juego al que tanto nos dedicamos los más veteranos.

La competición de esta tarde ha estado basada en el tiro, hasta seis pruebas diferentes para demostrar nuestra certeza y efectividad. Hoy lo hacíamos por tríos para medirnos en: tiros libres, triples, el termómetro, el two-ball,.. Ya tan sólo queda un día para conocer a los ganadores definitivos.

Hoy nos han visitado dos amigos, dos grandes entrenadores como Jorge Negri y Eduardo Arizmendi, que nos han amenizado la tarde y nos han ayudado con las actividades.

Después de la piscina y la cena, la velada de esta noche ha sido un nuevo juego de pistas, aunque esta vez fotográfico, mucho más complicado porque son detalles muy concretos y curiosamente, se demuestra que los más observadores son los más pequeños. Así acaba el noveno día, con el orgullo de ver que las cosas marchan muy bien pero la tristeza de ver que cada vez queda menos para el final. Hoy nos despedimos con una foto que describe lo que se respira en el Campus, muy buen rollo y solidaridad, así llevaban entre varios a Pablo Poyatos, lesionado hace unos días...